En esta entrada queremos difundir la figura de Joaquín Santana Bonilla, uno de los ilustradores menos conocidos –a pesar de su calidad– con obra en la colección de caricaturas del Museo Lázaro Galdiano. Las noticias que aquí aportamos son un homenaje a su trabajo y pueden servir para que otros investigadores se animen a completar su perfil, aún difuso.

Biografía y trayectoria profesional

Joaquín Santana Bonilla (Málaga, documentado entre 1899 y 1931) debió formarse en su ciudad natal, participando después en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1899 y 1910, a la que concurrió con tres paisajes y el óleo El rey de la creación. El periódico El País (15-4-1901), al dar la noticia sobre la publicación de Fruslerías de los hermanos Álvarez Quintero comentaba: “Las ilustraciones de Santana Bonilla, joven que tan brillante campaña está haciendo en Madrid Cómico y otros periódicos, son muy notables”. Desde 1903 hasta 1905 colaboró con la revista Monos donde, entre otras ilustraciones, destaca la caricatura de José Echegaray (nº 42, 1905).

Su estilo –caracterizado por la distorsión de los rostros en la línea de lo que entonces hacían Francisco Sancha o Leal da Câmara– no fue del gusto de todos, tal y como vemos en la crítica sobre sus trabajos en Monos aparecida en Alma Española (27 de diciembre de 1903), revista en la que también colaboró y donde coincidió con su colega Sancha. También trabajó para ¡Ahí va!, ¡Ja, Ja!, Vida Galante (1902-1904) o en la barcelonesa Pluma y lápiz (1903), además de ilustrar novelas, como muestra un anuncio aparecido en El Heraldo de Madrid el 29 de abril de 1905, en el que se informaba sobre la venta por entregas de un Quijote ilustrado por Santana. Sin embargo, su mayor visibilidad la consiguió por sus ilustraciones para Madrid Cómico (1880-1923) y para El Arte del Teatro (1906-1908). En la primera comenzó a publicar el 9 de diciembre de 1899, durante la tercera etapa de la revista, donde ya colaboraban Medina Vera, Sancha y Leal da Câmara.

Entre sus numerosos trabajos para Madrid Cómico destacan las portadas dedicadas a Carlos Arniches (20-1-1900), Agustín Querol (8-9-1900), Eduardo Benot (27-10-1900), Juan Valera (10-11-1900), Pérez Galdós (17-11-1900), Blasco Ibánez (8-12-1900), Medina Vera (1-12-1900), Sagasta (12-1-1901), Alberto Aguilera (13-4-1901), Rosario Pino (1-3-1902) o Santiago Rusiñol (22-3-1902). En las ilustraciones que publicó en El Arte del Teatro se percibe una evolución hacia una mayor sencillez compositiva y formal en la que ganan terreno las manchas de color suave y uniforme y la presencia del negro, utilizado tanto para perfilar contornos como para cubrir superficies. Entre las numerosas caricaturas que publicó en esta revista –basadas en las fotografías incluidas en la misma– destacan las de Jacinto Benavente (15-5-1906), Carlos Fernández Shaw (15-6-1906), Pérez Galdós (15-7-1906), Tomás Bretón (15-8-1906), Ruperto Chapí (15-9-1906), los hermanos Álvarez Quintero (15-10-1906), Enrique Chicote (15-4-1907) o Ricardo de la Vega (15-5-1908).

Sus trabajos en otros medios documentan su actividad profesional, al menos, hasta 1931. Así, el 16 de noviembre de 1913 publicó una caricatura de Carlos Arniches en la revista Palmas y pitos. En 1914 ganó el primer premio de carteles convocado por el Centro de Hijos de Madrid con la obra titulada Madroñera (El Imparcial, 16-2-1914).  En 1915 ilustró los menús del baile de carnaval de la Sociedad Los Chisperos. En 1916 colaboró en la revista quincenal Summa (Madrid, 1915-1916), dedicada al mundo de la cultura, deporte, moda y sociedad y que destacaba por su diseño y la calidad de sus ilustraciones y fotografías. Ese mismo año encontramos trabajos suyos en Toros y toreros (28-3-1916) y, al año siguiente, lo encontramos formando parte del equipo de ilustradores de Castalia (Tenerife, 1917), revista cultural y regeneracionista de estética modernista. En 1919 ganó el concurso del Ayuntamiento de Madrid para el cartel anunciador de la Exposición de Flores (La Época, 13-5-1919) y publicó caricaturas e ilustraciones para la revista femenina Voluntad (1919-1920). En 1924 trabajaba como ilustrador publicitario para Perfumerías Floralia, empresa madrileña de productos de belleza que apostaba por reconocidos profesionales para el diseño de sus campañas publicitarias, envases o etiquetas, como hizo con Bartolozzi, Ochoa o Penagos. Además, ilustró numerosos cuentos para la colección Liliput de la editorial Rivadeneyra (entre 1909 y 1925) y para El cuento semanal (1907-1912). En 1931 encontramos sus obras en Nuevo Mundo (nº 38, 1931).

Texto procedente de la publicación Caricaturas. Ilustradores de los siglos XIX y XX en la Colección Lázaro, Madrid, 2013, p. 179-183. Autor: Carlos Sánchez Díez / Ayte. de conservador del Museo Lázaro Galdiano.

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