Un dibujo de Auguste Raynaud en la Colección Lázaro


Entre los más de tres mil doscientos dibujos de la Colección Lázaro destaca un reducido pero notable conjunto de obras de artistas franceses del siglo XIX, adquiridas por José Lázaro (1862-1947) en sus habituales visitas y estancias en París. En el curso de la investigación sobre dibujo francés en la Colección Lázaro, presentamos en esta ocasión un dibujo inédito del lionés Auguste Raynaud (fig. 1).

Se trata de una obra de gran formato que representa a un genio suspendido en el aire con las alas desplegadas y sosteniendo a una joven, a quien lee un texto escrito en una filacteria que sujeta con su mano derecha. La muchacha, reclinada sobre el genio, parece desfallecida o arrobada. Raynaud los representó púdicamente velados, ella con un manto y con sus manos cruzadas sobre el pecho, y él semicubierto con el cuerpo de la joven. La composición recoge ecos del célebre Rapto de Psique (1895) de William-Adolphe Bouguereau (fig. 2).

A la derecha, junto a los pies de las figuras, se encuentra la firma manuscrita a lápiz del autor “A. RAYNAUD”. En la esquina inferior derecha, hay una segunda inscripción a lápiz (“Etude ¿figures? La Voix de la forêt”), que ha resultado clave para la identificación de esta obra entre la abundante y dispersa producción del artista (fig. 2).

Auguste Raynaud. La Voix de la forêt. Hacia 1897. Lápiz negro sobre papel, 390 x 475 mm. Museo Lázaro Galdiano. Inv. 10395
Fig. 1. Auguste Raynaud. La Voix de la forêt. Hacia 1897. Lápiz negro sobre papel, 390 x 475 mm. Museo Lázaro Galdiano. Inv. 10395
William-Adolphe Bouguereau. El rapto de Psique. 1895. Colección particular
Fig. 2. William-Adolphe Bouguereau. El rapto de Psique. 1895. Colección particular
Fig. 3. Detalle de la inscripción: “Etude ¿figures? La Voix de la forêt”

El dibujo es un estudio perfectamente acabado de las dos figuras centrales de una estampa de Raynaud (fig. 4) que sirvió para ilustrar el poema Les Voix du Tocsin, fechado en 1895 e incluido en Chansons et poésies de Camille Roy illustrées par ses amis (Lyon, 1897, pp. 99-100). Dicho poema evoca el bombardeo de Estrasburgo por los prusianos en el verano de 1870, durante la guerra franco-prusiana, y se inspira en la pintura del mismo título de Albert Maignan (1845-1908). Este lienzo de gran formato, obra maestra del artista, se expuso con éxito en el Salón de 1888 y en la Exposición Universal de París de 1889 (fig. 5).

La estampa de Raynaud, también editada como ejemplar suelto, representa una escena nocturna con una composición alegórica dispuesta en dos planos. En el primero se despliega una cascada de figuras que arranca, de abajo hacia arriba, con un genio de espaldas sosteniendo una guadaña (la muerte). Sobre este, y centrando la escena, la pareja representada en el dibujo, aunque con cambios notables en la figura masculina: sin filacteria, mostrando un elocuente gesto de dolor con el brazo derecho sobre su cabeza, mirando hacia el cielo y con una flecha clavada en su pecho (el amor). Sobre ellos, una vociferante figura con coraza, casco y escudo (la guerra). Arriba, rematando el grupo, dos figuras femeninas con instrumentos musicales, trompeta y viola, respectivamente. En el segundo plano, abajo a la derecha, se destaca al contraluz de las llamas el campanario de una iglesia, donde —según se narra en el poema— resuena el toque de campana a rebato que alerta de una catástrofe, el tocsin. La estampa, por tanto, ilustra algunos de los elementos claves del poema: la guerra, la muerte y la destrucción, acompañadas por el furioso toque de la campana, antaño al servicio de la oración y la celebración del amor y la vida.

Auguste Raynaud. Les voix du tocsin. 1897. Grabado sobre papel, 270 x 210 mm. Colección particular.
Fig. 4. Auguste Raynaud. Les voix du tocsin. 1897. Grabado sobre papel, 270 x 210 mm. Colección particular.
Albert Maignan. "Les voix du Toisin". 1882-1888. Óleo sobre lienzo, 5,50 x 4,50 m. Musée de Picardie
Fig. 5 Albert Maignan. Les voix du Toisin. 1882-1888. Óleo sobre lienzo, 5,50 x 4,50 m. Musée de Picardie

Auguste Raynaud

Auguste Raynaud (Lyon, 1854 – París, 1937): Fue alumno de Henri Lehmann y Félix-Auguste Clément en la Escuela de Bellas Artes de París. Instaló su estudio en la calle Notre-Dame-des-Champs de la capital francesa y expuso de forma habitual en el Salón: 1880 (retrato de M. M, nº 3165), 1882 (Retrato de M. Duboy, nº 2248 y Sphynx, nº 2249: seguramente la obra vendida en Sotheby’s en 2014 con el título La bella egipcia), 1885 (Retrato de Mlle Yvonne de C.), 1887 (La Noche, nº 1991: vendido en Sotheby’s, 23-11-2010, lote. 149) (fig. 6), 1888 (Ofrenda a Venus, nº 2111 y Retrato de M. X., nº 2112, p. 92), o en 1890 (Antigua cocina, nº 2005). Destacó, principalmente, como pintor de retratos y escenas de género, algunas de carácter simbolista. Murió en París el 21 de diciembre de 1937. Además del dibujo aquí comentado, Raynaud contribuyó con otra ilustración a la edición de poemas de su amigo Camille Roy (La fille aux anneaux d’or, p. 9), en la que representó a una joven en el patio de un edificio medieval, apoyada en el brocal de un pozo y sosteniendo un laúd.

Camille Roy

Camille Roy (Lyon, 1851-1922), seudónimo de Claude Loron, fue un poeta y chansonnier francés. De origen humilde, llegó a ocupar un importante puesto en una oficina bancaria. En 1886 publicó sus primeros poemas en un volumen titulado Pages d’amour. En 1887 fundó la Revue du siècle, revista literaria, artística y científica que se publicó durante trece años.

Auguste Raynaud. "La Noche". 1887. Óleo sobre tela, 54 x 81 cm. Colección particular
Fig. 6. Auguste Raynaud. La Noche. 1887. Óleo sobre tela, 54 x 81 cm. Colección particular
LES VOIX DU TOCSIN

Français, n’oublions pas nos revers et nos gloires,
Ni les tombeaux perdus où dorment nos guerriers;
Souvenirs, Souvenirs, ouvrez vos ailes noires,
Volez, la plaie au coeur, le front ceint de lauriers!

Faites-nous écouter dans nos heures présentes
Les échos persistanst des grands bruits d’autrefois,
Les choes des régiments aux armures pesantes, 
Et des canons vengeurs l’horrible et grande voix.

Paraissez, visions des lointaines mèlées!...
Le sol a trop d’épis, la mort fait ses moissons, 
Et le tocsin, là-haut, sonne à toutes volèes
Dans l’air plein d’épouvante et de sanglants frissons.

Oui, la cloche d’airain qui sonnait la prière,
Et qui n’avait appris que des hymnes d’amour,
Bondit et fait trembler ses assises de pierre,
Appelant aux combats dès le lever du jour.

Elle voudrait se foadre en ce canon qui gronde
Et qui couche à ses pieds les régiments épais,
La cloche qui chantait les saints bonheurs du monde,
Ses naissances, ses deuils, le travail et la paix.

Sous elle flotte au vent le drapeau des détresses, 
Le symbole puissant, le haillon glorieux,
Et le ciel se remplit de ses voix vengeresses,
Jetant à l’infini leurs appels furieux;

Elle ont dans ses flanes pris les formes humaines
Et passent en criant: Sus aux envahisseurs!
En réveillant contre eux le courage et les haines,
En faisant se lever de nouveaux défenseurs.

Aux armes! Défendez vostre pays! Aux armes!
Armez-vous, les enfants! Armez-voux, vétérans!
Sur ce sol arrosé déjà de tant de larmes, 
Pour venger les vaincus, debout! Formz vos rangs!

Aisnsi montent dans l’air, pàles, échevelées,
Ces voix que l’on n’entend que dans les sombres jours,
Phalanges de Douleurs, vols d’Ames désolées
Qui posent sur les fronts enemis leurs pieds lourds.

Elles ne se tairont que lorsque la tuerie
Aura, dans un linceul de gloire et de repos,
Couché tous les soldats tombés pour la Patrie,
Ou lorsqu’elles verront se lever nos drapeaux.

Français, n’oublions pas nos revers et nos gloires,
Ni les tombeaux perdus où dorment nos guerriers;
Souvenirs, Souvenirs, fermez vos ailes noires, 
Veillez, la plaie au coeur, le front ceint de lauriers.

Mars 1895
LAS VOCES DEL TOQUE DE REBATO

Franceses, no olvidemos nuestros reveses ni nuestras glorias,
Ni las tumbas perdidas donde duermen nuestros guerreros;
Recuerdos, recuerdos, abrid vuestras negras alas,
¡Volad, la herida en el corazón, la frente ceñida de laureles!

Hacednos oír en nuestras horas presentes
Los persistentes ecos de los estruendos del pasado,
Los choques de los regimientos de pesadas armaduras, 
Y de los cañones vengadores la horrible y atronadora voz.

¡Apareced, visiones de lejanas contiendas!...
La tierra tiene demasiadas espigas, la muerte hace su cosecha, 
Y la campana, allá arriba, toca a rebato
En el aire lleno de horror y escalofríos sangrientos.

Sí, la campana de bronce que llamaba a la oración,
Y que solo había aprendido himnos de amor,
Voltea y sacude sus soportes de piedra,
Llamando a la batalla desde el amanecer.

Querría fundirse con ese cañón que retumba
Y pone los compactos regimientos a sus pies,
La campana que cantaba las santas alegrías del mundo,
Sus nacimientos, sus duelos, el trabajo y la paz.

Bajo ella ondea al viento la bandera de socorro, 
El poderoso símbolo, el glorioso harapo,
Y el cielo se llena de sus voces vengativas,
Lanzando sus furiosas llamadas al infinito;

Sus flancos han sido tomados por formas humanas
Y pasan, gritando: ¡Fuera los invasores!
Despertando el coraje y el odio contra ellos,
Haciendo surgir nuevos defensores.

¡A las armas! ¡Defended vuestro país! ¡A las armas!
¡Armaos, niños! ¡Armaos, veteranos!
En este suelo ya rociado de tantas lágrimas, 
Para vengar a los vencidos, ¡en pie! ¡Formad filas!

Así se elevan en el aire, pálidas, desgreñadas, 
Esas voces que solo se escuchan en los días sombríos,
Falanges de dolientes, vuelos de almas desoladas
Que plantan sobre las frentes enemigas sus pesados pies.

No callarán hasta que la matanza
Haya, en un sudario de gloria y descanso,
Acostado a todos los soldados caídos por la Patria,
O cuando vean izarse nuestras banderas.

Franceses, no olvidemos nuestros reveses ni nuestras glorias,
Ni las tumbas perdidas donde duermen nuestros guerreros;
Recuerdos, recuerdos, cerrad vuestras negras alas, 
Vigilad, la herida en el corazón, la frente ceñida de laureles.

Marzo de 1895

Agradezco a Nieves Panadero y a Carlos Saguar sus sugerencias, que han sido de gran utilidad en la realización de esta entrada.

Texto: Carlos Sánchez Díez (Departamento de Conservación, Museo Lázaro Galdiano).

Blog creado y actualizado por Jose Mª Martín Écija (Internet y nuevos medios, Museo Lázaro Galdiano).

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