El Retrato de la hija de Gaztambide por Raimundo de Madrazo


El apellido Madrazo engloba cuatro generaciones de pintores que –al margen de su estilo individual– conservaron un cierto aire familiar que ha propiciado algunos equívocos a la hora de establecer la paternidad sobre sus obras. En el último número de la Revista Goya (373, octubre-diciembre 2020) se ha publicado un artículo que identifica a Raimundo de Madrazo y Garreta (1841-1920) como el autor del Retrato de la hija de Gaztambide, Consuelo Gaztambide y Aguader (1850-1933), expuesto en la Sala 14 del Museo Lázaro Galdiano. El retrato fue considerado durante décadas como una obra genérica de “R. Madrazo”, y solo a partir de 2003 quedó adjudicado a Ricardo de Madrazo y Garreta (1852-1917), hermano menor de Raimundo, atendiendo principalmente a sus aspectos formales.

Carte de Visite de Raimundo de Madrazo, ca. 1870. Museo Fortuny, Venecia.
Carte de Visite de Raimundo de Madrazo, ca. 1870. Museo Fortuny, Venecia.

La cuestión de las atribuciones es siempre compleja, una suerte de ponderación entre la documentación disponible, los elementos intrínsecos de la obra, y la pericia del especialista para descifrarlos. La colección de José Lázaro, reunida en una época convulsa de dispersión y reagrupamiento de conjuntos artísticos, carece casi por completo de documentos que aporten luz a la procedencia de sus obras. En este aspecto la colección constituye un lugar sensible al estudio y revisión de atribuciones antiguas, a través de un trabajo laborioso, colectivo, de puesta al día de sus fondos.

Raimundo de Madrazo: La hija del músico Gaztambide, ca. 1867-1868. Museo Lázaro Galdiano, Madrid.
Raimundo de Madrazo: La hija del músico Gaztambide, ca. 1867-1868. Museo Lázaro Galdiano, Madrid.

En la actualidad el Museo Lázaro Galdiano alberga diversos retratos realizados por los Madrazo. De Federico, el extraordinario de Gertrudis Gómez de Avellaneda (1857) y el recientemente identificado de Concepción Paz y Tamarit, marquesa de Casa-Alta (1863). De su hermano Luis de Madrazo (1825-1897) quizá su retrato más inspirado, el de Cristina de Roncali y Gaviria, II marquesa de Roncali (1858). Por su parte, el Retrato de la hija de Gaztambide está documentado en la colección Lázaro a partir de 1913, ya que aparece en las Referencias fotográficas de las obras de arte en España. Colección Lázaro,editadas por José Lacoste. Este pequeño catálogo ilustrado, presentado como un muestrario, sirvió al fotógrafo para dar a conocer sus fondos y comercializarlos, pero aporta además una información muy valiosa sobre las obras que estuvieron presentes en la colección de Lázaro en un momento concreto, aunque luego la abandonasen. Este es el caso del Retrato del músico Gaztambide, Joaquín Gaztambide y Garbayo (1822–1870), que formó pareja con el de su hija Consuelo y que hoy se encuentra en paradero desconocido. Los clichés originales de las fotos de Lacoste se conservan en la actualidad en la fototeca del Instituto del Patrimonio Cultural de España, y en ambos retratos consta manuscrita la autoría de Raimundo de Madrazo, aunque esta no fuera especificada después en el catálogo impreso, donde solo aparecen los apellidos de los artistas y la inicial de su nombre.

Retrato de Consuelo Gaztambide. Fotografía del Archivo Moreno. IPCE, Madrid.
Retrato de Consuelo Gaztambide. Fotografía del Archivo Moreno. IPCE, Madrid.
Retrato del músico Joaquín Gaztambide. Fotografía de José Lacoste en el Archivo Ruiz Vernacci. IPCE, Madrid.
Retrato del músico Joaquín Gaztambide. Fotografía de José Lacoste en el Archivo Ruiz Vernacci. IPCE, Madrid.

La atribución de estos retratos a Ricardo de Madrazo quedó reflejada en 2005 en el catálogo razonado La Pintura Española del siglo XIX en el Museo Lázaro Galdiano, atendiendo como se ha señalado a su aspecto formal y también a la grafía de la firma: “R. Madrazo”, que no es la usual en las obras de Raimundo. En el artículo publicado en Goya se analizan las circunstancias de los Gaztambide y los Madrazo en los años anteriores a la muerte de Joaquín Gaztambide (1870), para concluir que Ricardo solo podría haber realizado los retratos no más tarde de la primera mitad de 1868, con quince o dieciséis años y una experiencia artística muy limitada, incompatible con la realización de obras de encargo. Por el contrario, Raimundo sí que había comenzado en esa época su carrera profesional y se encontraba desarrollando el estilo que le haría célebre años después. El pintor, que conoció en 1866 a Mariano Fortuny en París, su lugar de residencia, viajó al año siguiente a Madrid para asistir a la boda de este con su hermana Cecilia, alargando su estancia durante varios meses por influencia del quehacer artístico de su cuñado, con el que incluso realizó obras de manera conjunta.

Fotografía de Consuelo Gaztambide. En Fotografías recogidas por el pintor Manuel Castellano. Tomo 3. Biblioteca Nacional de España, Madrid.
Fotografía de Consuelo Gaztambide. En Fotografías recogidas por el pintor Manuel Castellano. Tomo 3. Biblioteca Nacional de España, Madrid.

Es poco conocida la actividad artística de la primera época de Raimundo de Madrazo, siendo muy relevante el hecho de que en torno a los años 1866 a 1869 empleó una grafía particular en su firma, diferente a la más conocida del resto de su carrera. Esta variación, de caracteres redondeados, se encuentra en la rúbrica de los retratos de los Gaztambide, pero también en el retrato del grabador Bernardo Rico (1866, Museo Nacional del Prado); de los pintores Francisco Lameyer (1866, Col. particular), Benito Soriano Murillo (c.1867-68, Museo Nacional del Prado) y Manuel Ussel de Guimbarda (1868, Col. particular); del militar y político Leopoldo O’Donnell (1867, paradero desconocido); en el retrato de Nanon Masson (c.1866-68, Col. particular); y en los cuadros Confidencias (c.1867-68, Clark Institute), Salida de Vísperas (c.1868, Walters Art Museum), Interior de Santa Maria della Pace (1869, Col. particular) y Lección de música (c. 1869, Col. particular).

Se desconocen los pormenores del encargo de los retratos, que quizá tuvieran que ver con la boda de Consuelo Gaztambide, celebrada en Madrid en junio de 1868. El tío de Consuelo, Manuel Aguader, era amigo de los Madrazo y es nombrado frecuentemente en el epistolario familiar. Durante la investigación ha podido identificarse un retrato de la mujer de Aguader, María Allende, que además fue la madrina de bodas de Consuelo, pintado también por Raimundo de Madrazo (Fundación Rodríguez-Acosta, Granada). Los retratos de tía y sobrina comparten medidas, factura e idéntico collar de granos de coral rojo de cinco vueltas, adornado con tres cuentas de oro, lo que indicaría que ambos, junto al de Joaquín Gaztambide, formaron parte del mismo encargo familiar realizado por Raimundo hacia 1867-68.

Raimundo de Madrazo: Retrato de María Allende, ca. 1867-68. Fundación Rodríguez-Acosta, Granada.
Raimundo de Madrazo: Retrato de María Allende, ca. 1867-68. Fundación Rodríguez-Acosta, Granada.

Los retratos permanecieron en el ámbito de los Gaztambide hasta que la difícil situación económica de Consuelo, que quedó viuda en 1889, le hizo recurrir a la venta de los recuerdos de su padre, y también a la solicitud de subsidios. En 1893 ofreció el retrato de Joaquín Gaztambide al Estado, que fue valorado por la Sección de Pintura de la Academia de Bellas Artes de San Fernando: “La Sección, procediendo al examen del retrato del Sr. D. Joaquín Gaztambide, pintado por D. Raimundo de Madrazo, creyó que la Academia podía aconsejar la adquisición del mismo por el Estado, según lo solicita Dª Consuelo Gaztambide, en precio de 3.000 pesetas”. La cantidad fue poco después rebajada a 2.000 pesetas y la venta no llegó a producirse, aunque como se ha señalado, en años posteriores los retratos de padre e hija pasaron a formar parte de la colección de José Lázaro.

En 1916 el retrato de Consuelo apareció reproducido –bajo autoría de Raimundo y perteneciente a la Colección Lázaro– en un tomo de la Enciclopedia Universal Ilustrada Espasa, y también referenciado en una publicación de la Junta de Iconografía Nacional, Retratos de Personajes Españoles. Índice ilustrado (n. 1265). En este catálogo no aparece el retrato de su padre Joaquín, que probablemente para entonces ya habría abandonado la colección Lázaro. Finalmente, numerosas necrologías de Raimundo de Madrazo, muerto en su casa de Versalles en 1920 (su centenario ha pasado tristemente desapercibido en 2020), recogen el retrato de Consuelo como uno de los retratos femeninos más destacados de su producción.

El tiempo, caprichoso, vino a hacer olvidar las múltiples referencias que confirman la autoría de Raimundo de Madrazo sobre los retratos estudiados, pertenecientes a una época de experimentación en su pintura, influida por la de Fortuny, y alejada de su refinamiento estético posterior. Obras realizadas en un fascinante periodo de transición que habrá que ir estudiando y ajustando poco a poco, al tiempo que se continúa desentrañando la historia de los Madrazo.

Más información en el número 373 de la revista de arte Goya

TEXTO: Emiliano Cano Díaz | Investigador independiente.

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